lunes, 9 de noviembre de 2009

Que mundo dejamos...
Hace unos 5 o 6 años, en una Navidad, me encontré con un problemita a resolver, no sabía qué le podía regalar a mi abuela que necesitara y le gustara, entonces... Sucedió esto:

Querida abuela.
Tuve que pensar mucho antes de decidir cuál sería el regalo que te daría. Le pregunté a mamá qué andabas necesitando, pero nadie supo decirme algo concreto.
Entonces pensé en darte algo que pudieras llevar puesto, quizás un pañuelo, un perfume, una joya, pero nada me convencía. Y mi pregunta era, qué puedo
regalarte que necesites, que yo tenga guardado y que te de felicidad. Y ahí surgió la posibilidad de escribirte una carta, porque es algo que nunca te dí, porque podriamos comunicarnos directamente y en la cual podría decirte muchas cosas que tengo guardadas en mi corazón.
Quiero decirte que me encantó compartir ese tiempo en tu casa, que no fue ningún sacrificio cuidarte, que disfruté mucho las comidas, los postres, los mates mañaneros, aunque últimamente me levantaba cerca del mediodía, los mates de la tarde y sobre todo la compañía. Quiero agradecerte la ayuda para poder terminar mi muestra de fotos, la tolerancia para que yo pueda sentirme cómodo y pueda desplegar mi trabajo, los mates de madrugada cuando ya estaba muy cansado pintando las cajas de las luces. Quiero agradecerte los cuidados para mi gato, y tambien decirte que te quiero mucho, que sos una persona muy importante en mi vida, que no aflojes en estos tiempos duros, que cualquier cosa que necesites solo tenés que levantar el telefono y llamarme que estaré y estaremos todos dispuestos a cuidarte y ofrecerte lo mejor de nosotros. Querida abuela, te deseo FELIZ NAVIDAD y el MEJOR DE LOS AÑOS!

Esta carta se la entregué traducida al danés y mis tías la leyeron en voz alta en español. Fue un momento hermoso, pero cuando la acompañé a acostarse mientras los demás seguían con el brindis, desde la cama me dijo, pienso que eso que escribiste es demasiado para mi!! Me quedé sin palabras... Quizás tan fuerte sintió mi carta, que al próximo año, ella escribió una carta a mi madre y mis tías en agradecimiento a todos por cuidarla. Y pensé, un gesto nuestro puede transformar una vida.

Hoy cuando me contaron que mis palabras de despedida escritas en el blog fueron leídas en la misa, también me quedé sin palabras. Gracias Silvia por leer mi carta y permitirme estar presente de alguna manera. Sé que fue muy emotivo y te lo agradezco desde el alma.

Amigos y amigas de la nave, qué mundo estamos construyendo nosotros? Qué herencia vamos a dejarle a los que nos sucedan? Qué recuerdos quedarán impregnados en las personas que nos rodean, en la familia, en los amigos? Quizás pronto llegue nuestro momento de partir, nos quedan muchas deudas pendientes? Nos quedan broncas anudadas? Supongamos que hoy fuera el último día, la última noche... Ya nada perderíamos, estaría todo jugado, habría algo que no dije o no hice? Estamos a tiempo, despleguemos las alas para que nada opaque nuestra existencia e inundemos de luz cada rincón de la vida, no sólo nuestra, sino de todos a nuestro alrededor.

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