Cuántas veces...
Ante la tragedia de Japón, me surgieron las siguientes reflexiones. Cuántas veces Japón habrá menospreciado a sus vecinos o ciudadanos de otros países, y ahora necesita ayuda. Cuántas veces Japón se habrá regocijado ante su pujante tecnología frente a otros países en desarrollo, y ahora no queda nada.Cuántas veces alguna persona japonesa habrá menospreciado a su vecino porque era pobre, y ahora ambos no tienen nada. Cuántas veces algún jefe japonés habrá maltratado a un empleado por sentirse superior, y ahora ambos están iguales.
El mar, la fuerza de la naturaleza se impuso de una forma violenta, pero quizás necesaria para este proceso que ha comenzado hace un tiempo pero que cada vez se irá acentuando. Lo sucedido en Japón me sirvió para mirar mi vida... y pensar... cuántas veces yo me he sentido superior a alguien tanto intelectualmente, o económicamente, o políticamente, o en el aspecto que sea, y ante una situación de estas características estaremos iguales, cuántas veces le he negado ayuda a un allegado, a un desconocido, a un vecino, y quizás sea yo el que necesite ayuda. Todo esto ha sido posible por mi ego y la negación de que TODOS SOMOS HERMANOS, IGUALES, DIGNOS, MERECEDORES, SAGRADOS, PUROS, solo que las circunstancias de la vida nos ha puesto en diferentes papeles dentro de esta gran obra que representamos, en diferentes países, idiomas, nivel sociocultural y económico. Lo importante es tener en claro que solo es un papel, al final estaremos todos juntos despidiéndonos y abrazados en la luz.
Hoy pensemos en ayudar no importa a quien, en ser amables, en ser respetuosos con cada persona que se nos cruza, hoy inundemos nuestra vida cotidiana de amor para que nuestra realidad se ilumine, y a la vez les llegue el consuelo y la paz a ese pueblo que está sufriendo. Si cada uno se llena de amor, ese amor llega a cada rincón del mundo, el espacio y el tiempo es ilusión, solo existe el instante presente que es eterno!
Gran abrazo para todos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario