domingo, 3 de julio de 2011

Gracias Jazmin
Gracias a todos los que escribieron en estos días. He reflexionado mucho a partir de Jazmín...

Recuerdo el día que me la dieron y me dijeron: “a la gatita no le damos de comer para que aprenda a cazar y se alimente sola”.
Jazmín creció con ese mandato, y a pesar de darle alimento y cuidarla, siempre se mostraba autosuficiente y distante. Sin embargo, cuando se sintió mal, cuando necesitaba dar a luz a Cosmos, acudió enseguida a mi para que la ayudara.
Mostró su vulnerabilidad, y hoy hizo aflorar la mía. Me ví tan identificado con su mandato!!!!!!
Cada ser que nos acompaña en este viaje, fue designado para cumplir una misión, los padres, los hermanos, los amigos, las mascotas, el lugar geográfico, nuestra herencia. Jazmin me trajo su costado femenino, suave, delicado. Caminaba por el monte como flotando, etérica. Su enfermedad hizo que me ocupara especialmente de ella, y descubro ahora que intentaba subsanar cierta desprotección y falta de atención en mi pasado. Cuidarla era mi prioridad en estos días, se la veía radiante, corriendo con Cosmos entre las piedras. La última noche luego de dormir abrazada a Cosmos, eligió meterse entre las frazadas, cosa que no hacía jamás, porque mantenía su chip de “no necesitar nada”. Mostrar esa ternura hacia aflorar la mía... Ella había logrado relajarse y aceptar las caricias y un abrazo para estar calentita, y asi nos dormimos.. En la mañana comenzaron las convulsiones. La ví sufrir tanto que pensé... quizás es mejor que no siga viviendo asi, pero inmediatamente la recordé jugando y dije, esto pasa y en un rato se recupera. Pero había llegado el final de su estadía en La Nave.
Ambos habíamos aprendido todo lo que teníamos que aprender, ambos debíamos seguir nuestro camino.
Por otro lado, pensaba en Froddo y Cosmos, qué sentirían?. Froddo la lavó un ratito cuando ya estaba muerta, luego la dejó y se metió bajo la estufa. Cosmitos me acompañó mientras la enterraba, una vez que terminé de poner la tierra, hizo pis encima y siguió jugando en el monte como si nada hubiera pasado. Desapego total. Arturito se ponía mal pero no por la gata, sino porque me veía llorar.
Cuando coloqué a Jazmín en el fondo del pozo, me resistía a hecharle la tierra encima porque pensaba, tanto la vi lavarse, cuidar su pelaje, que ahora ensuciarla asi... y me costaba pensar que el almita ya no estaba allí, que era simplemente un cuerpo sin vida.
Asi nos sucede a nosotros supongo en el momento de la partida, nos cuesta despedirnos de nuestro cuerpo que ya no necesitamos.
En ese momento el cuerpo no tiene ningún significado.
También pensé en tantas noches en las cuales no dejaba salir a Jazmin afuera por cuidarla del frío, pero por temor a que le pasar algo, y sin embargo su naturaleza era andar en la oscuridad, cazando o simplemente disfrutando de la noche. Quizás cuidarla tanto a mi manera pudo ser para ella un estrés. Cuando llega la hora llega... También lo trasladé a mi y pensaba, por qué tantos miedos, tantos prejuicios, tantos juicios, tanto proyectarme en el futuro, si cuando llegue el momento llegará... y fue curioso porque ayer y hoy fui a Las Rosas en moto, y me sentí sin temores, manejé mejor que nunca, anduve más rápido, disfruté el viento helado en la cara, vi ocultarse el sol. A partir de ahora andaré más, disfrutaré más, haré lo que sienta!!!!!!
La tristeza se va alejando lentamente y me vienen unas ganas de vivir tremendas!!!!
Gracias Jazmín por transmitirme esto, gracias a todos por sus mensajitos.
Les subo la última foto de Jazmin y Cosmitos de la noche anterior a su partida.
Y como reflexioné hace mucho, y Gabriel me lo trajo a colación,
"cuando siento que estoy preparado, aparece la prueba"

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