Dios es mi fuente.
No puedo ver separado de él.
Luego de pasar unos días de descanso en Abuela Teresa,
he retornado a La Nave, y disfruto de la cosecha.
Cada día que pasa, reconfirmo más y más
que Dios es mi fuente y nada me faltará.
Qué me pide a cambio? Nada, Dios no pide nada.
Sólo da, y desde un principio,
me fue dado todo, por ser su hijo.
En mi libre albedrío está aceptar la herencia.
Cuanto antes la acepte, más rápido sentiré la abundancia,
la protección, el amor incondicional, la felicidad,
todos atributos de su bondad.
El Espíritu Santo es nuestra herramienta,
que fue concebido para ayudarnos a recordar,
y retornar al hogar del que nunca fuimos expulsados.
Hoy lo invocamos para caminar juntos.
Hoy lo invocamos para caminar juntos.





No hay comentarios:
Publicar un comentario