La respuesta
Hermanos cósmicos, aquí estoy, profundizando el camino.Hace unos días, Lucas, quien estuvo viviendo un tiempo en La Nave, me ofrece un trabajo en un vivero, sabiendo que por ahí los ingresos son pocos y siempre se necesita una inyección de dinero. A modo de broma le dije: dejame que lo consulte con Dios para saber qué hacer. Pero esa noche me olvidé de preguntarle y a la mañana siguiente lo recordé y dije: Dios, qué debo hacer? Mi corazón me dice que siga aquí trabajando en el jardín, en la huerta, armando plantines, construyendo el invernadero, quizás otra habitación más adelante, y aunque no tenga dinero siento que tengo lo que necesito y la misión es seguir aquí, pero mi razón me dice que quizás sea una buena oportunidad de generar ingresos rápidos y prepararme para el verano. Qué debo hacer? Propongo lo siguiente, necesito una señal, si hoy durante el día abro el correo y hay alguna consulta para estadías en La Nave, sigo con mis tareas aquí, sino consultaré ese trabajo en el vivero. Esa tarde bajé a San Javier a buscar provisiones y al regresar preparé mate y me dispuse a sentarme frente a la computadora para abrir el correo. Al encenderla escucho que alguien llama en la tranquera, cuando salgo, ya nochecita veo a una mujer esperando, su nombre Huma, me acerco y me dice que la mandaron de otro lugar a que conociera La Nave Cósmica para pernoctar y ver de qué se trata, venía acompañada con su perro Pluto y su perra Pincky, y pensé... Gracias Dios, tu señal fue más que contundente, ya no un correo de consulta, directamente una persona en la puerta! Qué gran experiencia de fe! Pasamos dos días hermosos, hubo silencios y lectura, charlas y mate, y nuevas puertas que se abrieron para ambos!
Mi camino es sostener este lugar maravilloso para que sigan apareciendo buscadores del viaje cósmico, abrir los portales de las posibilidades infinitas y del amor de la hermandad! Gracias, gracias, gracias... Así lo haré!


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