Experimentar la misión
Hola amigos de La Nave, les reenvío un texto muy hermoso que me llegó sobre nuestra misión...Relata la experiencia de Java, un señor hindú que viajó a Japón y tuvo la fortuna de encontrarse con Daisaku Ikeda.
Al comienzo de su práctica, unos treinta años antes, Java viajó al Japón, donde tuvo la gran fortuna de recibir orientación personal del presidente Ikeda. En aquel entonces, Java era muy pobre y había gastado sus últimos ahorros en el viaje. Consecuentemente, de inmediato comenzó a quejarse con el presidente Ikeda diciendo que su terrible karma de pobreza era el gran problema de su vida que él quería superar.
Sentándose junto a él, el presidente Ikeda dijo: “De manera que usted quiere mucho dinero, ¿no?
“Si”, contestó Java.
“Y si lo obtiene, ¿Qué hará con todo ese dinero?”
Desde luego que Java tenía una larga lista de cosas que pretendía hacer con el dinero, pero percatándose que la pregunta del presidente Ikeda era más profunda, decidió no responder inmediatamente. El Maestro continuó hablando: “Java, puedes pedirme un cuchillo, y puede ser que yo te lo dé. Pero, ¿Qué harás con él? ¿Lo utilizarás para hacerle daño a alguien…o a ti mismo? ¿O lo utilizarás para tallar una imagen del Buda a partir de un simple pedazo de madera? “Desde la perspectiva budista, todo en la vida tiene dos propósitos, su propósito básico y su propósito verdadero.
”El propósito básico de este edificio en el que estamos sentados ahora, por ejemplo, es el de protegerme del sol y la lluvia mientras estoy sentado aquí. Pero el propósito verdadero del edificio es el de protegerme del sol y la lluvia mientras estoy sentado aquí… para alentar a una persona.
“El propósito básico de un carro es permitirnos viajar una larga distancia. Pero el propósito verdadero del carro es permitirnos viajar una larga distancia…para alentar a una persona.
“El propósito básico de poseer dinero es comprar la gasolina para echarle al carro, y así poder viajar una larga distancia. Pero el propósito verdadero de poseer dinero es comprar la gasolina para echarle al carro, y así poder viajar una larga distancia… para alentar a una persona.
“¿Por qué razón oramos cada mañana, durante el gonguio, por la protección de los dioses budistas? Oramos por la protección de los dioses budistas para poder estar seguros mientras manejamos nuestro carro y viajamos una larga distancia…para alentar a una persona.
”Si posees algo, como un carro, pero no haces que cumpla su propósito verdadero, entonces bien podrías botarlo. Pero si oras por tus deseos con una determinación sincera de que cumplan su propósito verdadero, entonces siempre tendrás lo que necesites.”
Java me dijo que regresó a casa desde Japón con los esquemas rotos, y con una nueva determinación. A partir de ese momento, comenzó a entontar daimoku basándose en esta nueva perspectiva budista, tal como le indicó el presidente Ikeda. Al poco tiempo, su hijo logró un éxito y riqueza extremos en sus negocios y retiró a Java del trabajo. Java nunca ha tenido que preocuparse por el dinero desde entonces. Su hijo le provee de todo el dinero que necesita para poder ir a cualquier lugar del mundo, en cualquier momento…para alentar a una persona.
La orientación diaria del Maestro Ikeda dice: “¿Quién es realmente grande? Espero que puedan desarrollar la habilidad de discernir la verdadera grandeza humana. Una gran persona es aquella que forja la unidad entre los seres humanos mediante el diálogo sincero, armado con una profunda filosofía, con sus pies firmemente plantados sobre la tierra. Una persona de grandeza es aquella que vive entre la gente y se gana su respeto inamovible. La caprichosa popularidad y las modas pasajeras son sólo cosas ilusorias.”
Saludos a todos!!!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario